Riego localizado por goteo en cultivos leñosos
Los recursos de agua a nivel global son escasos y lo serán gradualmente aún más en el futuro. Dadas estas circunstancias la agricultura debe mejorar la eficiencia en el uso de los recursos hídricos. El manejo del riego es muy importante para incrementar la productividad en cultivos leñosos como el olivo, vid, almendro y pistacho.
El riego localizado por goteo permite una alta uniformidad en la distribución del agua, con lo que garantizamos que la mayor parte del agua aplicada esté disponible para uso de la planta. La falta de uniformidad cuando el suministro de agua es escaso podría ocasionar estrés hídrico en las plantas.
Consideraciones generales:
- Un riego excesivo provoca un desarrollo vegetativo innecesario además de una maduración más lenta debido a la competencia entre frutos y brotes. También favorece el desarrollo de enfermedades debido al aumento de humedad y al sombreo por la propia vegetación del cultivo. En el caso contrario, un estrés hídrico severo afectaría al rendimiento a largo plazo en cultivos leñosos.
- Déficits de agua importantes en las etapas de desarrollo de las plantas reducen la producción de fotoasimilados, producen el cierre de estomas y disminuyen el rendimiento y la calidad de las cosechas.
- No aplicar un déficit de riego excesivo en las primeras etapas de crecimiento puesto que tiene un mayor impacto en el rendimiento de ese año y de los siguientes.
- Los Riegos Deficitarios Controlados (RDC) en condiciones climáticas semiáridas nos permiten una optimización de recursos y una mejora en los objetivos productivos.
- En ocasiones es necesario aumentar la dosis de riego con una fracción para el lavado de las sales acumuladas. La acumulación de las sales se localiza en el exterior del bulbo húmedo, creando una especie de costra salina tóxica. Las lluvias ayudan al lavado de las sales tóxicas del suelo.
RECOMENDACIONES DE MANEJO PARA EL RIEGO LOCALIZADO POR GOTEO
- Se recomienda realizar la limpieza de los ramales de goteo utilizando ácido nítrico, muy adecuado para evitar las incrustaciones por precipitados de sales de calcio, hierro, magnesio y fosfatos, aplicándose solo y sin mezclarlo con el resto de abonos. Se realizará al menos un tratamiento por campaña de riego. Al final del tratamiento abrir los extremos de los ramales para dejar salir la suciedad acumulada en la red. En estos tratamientos recomendamos que el pH no baje de 4.
- Los depósitos de materia orgánica tales como cienos bacterianos, cienos ferrosos y sulfurosos se deben tratar con productos oxidantes como el cloro o el agua oxigenada. En el caso de la materia orgánica lo más adecuado es prevenir la proliferación de algas o bacterias en el agua usada para riego. Aparte de la colocación de filtros en la toma de agua, es recomendable cubrir los depósitos para que las algas no dispongan de luz. Un tratamiento eficaz contra las algas es la aplicación de sulfato de cobre (no se debe aplicar cuando haya tuberías de aluminio).
- La presencia de arenas y limos debe ser eliminada con filtros y separadores de partículas centrífugos antes de que entren en el sistema de riego.
- En la zona de La Mancha la mayoría de los suelos tienen pH básicos (en torno a 8), por lo que se recomienda fertirrigación con abonos ligeramente ácidos para equilibrar en lo posible el pH del suelo.
- En sistemas de riego por gotero subterráneo (RGS) realizar un correcto dimensionamiento de la instalación y manejo de la misma (ventosas, válvula de retención, tuberías drenaje, etc.). Se pueden realizar tratamientos con herbicidas como la pendimetalina para evitar la intrusión radicular en los goteros.
ASPECTOS AGRONÓMICOS
- El periodo más sensible a la falta de agua en el viñedo es el comprendido entre floración y final del cuajado.
- El olivo y sobre el todo el pistacho son más resistentes a la salinidad que el viñedo.
- El sistema radicular del olivo es muy extendido por lo que en caso de riego subterráneo sería más sensible a la obstrucción radicular.
- En olivar el riego localizado permite el comienzo temprano de la producción y altos rendimientos bajo condiciones óptimas, además de menor variabilidad debido a la producción alternante (vecería).
- Los períodos más sensibles al estrés en el almendro son la primavera, cuando las almendras están experimentando una expansión rápida, y finales del verano-otoño , cuando ocurre la morfogénesis de las yemas.
- Las concesiones actuales (en torno a 1.500 m3/ha) en muchos casos no permiten cubrir las necesidades hídricas totales de los cultivos por lo que se hacen imprescindibles estrategias de riego deficitario.
- Se pueden utilizar goteros pinchados en los ramales de riego cerca del pie de las plantas jóvenes pudiendo añadir más goteros pinchados cuando la planta sea adulta (olivar, almendros y pistacheros).